Jabón con Estropajo de Avena y Miel: Para una exfoliación profunda, usa el estropajo de avena para masajear suavemente la piel, eliminando las células muertas y dejando la piel suave y renovada.  Disfruta de un momento relajante en la ducha o bañera, permitiendo que los aromas naturales de la miel y la avena te envuelvan. Enjuaga bien. Crema Corporal de Almendras: Aplica la crema corporal después de la ducha o baño, con la piel ligeramente húmeda para retener la humedad. Masajea suavemente hasta su completa absorción. Para un tratamiento más indulgente, realiza un masaje relajante usando la crema de almendras. Concentra el producto en áreas secas o que necesiten un extra de nutrición. Antes de dormir, aplica la crema en las áreas más secas o en todo el cuerpo para despertar con una piel suave y nutrida. Aceite de Almendras con Rosas: Aplica el aceite sobre la piel limpia y seca, concentrándote en áreas secas o ásperas. Masajea suavemente para ayudar a que el aceite se absorba. Puedes usarlo también como tratamiento para Uñas y Cutículas: Masajea suavemente el aceite en las uñas y cutículas para fortalecerlas y mantenerlas saludables.